lunes, 29 de octubre de 2012

SALMOS 88 (29/10/12)

SÚPLICA ANTE UNA MUERTE INMINENTE
88 Señor, Dios de mi salvación,
delante de ti clamo noche y día.
Permite que mi oración llegue a tu presencia;
¡inclina tu oído a mi clamor!
Las calamidades me abruman;
¡ya me encuentro al borde del sepulcro!
¡Hay quienes ya me dan por muerto,
pues las fuerzas me abandonan!
Me encuentro relegado entre los muertos;
como los caídos en batalla que yacen sepultados,
y de los cuales ya no te acuerdas,
pues fueron arrebatados de tu mano.
Me arrojaste en profunda fosa;
¡en el lugar de las tinieblas más profundas!
Has descargado tu enojo sobre mí;
¡me has afligido con tus embates de ira!
Has alejado de mí a mis conocidos;
me has hecho repugnante a sus ojos.
Me encuentro encerrado, y no puedo salir;
La aflicción me nubla los ojos.
A ti, Señor, clamo todos los días;
¡a ti extiendo mis manos!
10 ¿Acaso manifiestas tus maravillas a los muertos?
¿Se levantarán los muertos a alabarte?
11 ¿Acaso en el sepulcro se alaba tu misericordia?
¿Se proclama acaso tu verdad entre los muertos?
12 ¿Hay en las tinieblas quien reconozca tus maravillas,
o quien proclame tu justicia en la tierra del olvido?
13 ¡Pues yo sí clamo a ti, Señor!
¡Por la mañana dirijo a ti mis oraciones!
14 Señor, ¿por qué me rechazas?
¿Por qué escondes de mí tu rostro?
15 Entre aflicciones, necesidades y temores,
desde mi juventud he soportado terribles penas.
16 Tu ira pesa sobre mí, y me abruma;
tus terribles ataques me han vencido.
17 Como un diluvio, a todas horas me rodean;
¡me tienen completamente cercado!
18 Has alejado de mí a mis amigos y compañeros,
¡y las tinieblas son mi sola compañía!