domingo, 30 de septiembre de 2012

SALMOS 59 (30/09/12)

¡HAY UN DIOS QUE JUZGA!
58 Ustedes los jueces ¿en verdad hacen justicia?
Ustedes, simples mortales, ¿juzgan con rectitud?
Más bien, en su corazón urden hacer el mal,
y luego actúan con violencia en la tierra.
Los impíos se desencaminan desde la matriz;
se descarrían y mienten desde que nacen.
Son venenosos como serpientes;
se tapan los oídos; son como un áspid sordo
que no escucha la voz de los magos,
de los hábiles encantadores.
Dios mío, ¡rómpeles los dientes!
Señor, ¡rómpeles a esos leones los colmillos!
¡Que se diluyan, como el agua que corre!
¡Que sus saetas se hagan pedazos al dispararlas!
¡Que se disuelvan como los caracoles!
¡Que sean como abortivos y jamás vean el sol!
¡Que antes de darse cuenta ardan como espinos!
¡Que aun con vida el viento los arrebate!
10 Al verse vengados, los justos se alegrarán
y se empaparán los pies en la sangre del impío.
11 Entonces se dirá:
«Ciertamente, los justos serán recompensados;
ciertamente, hay un Dios que juzga en la tierra.»

sábado, 29 de septiembre de 2012

SALMOS 57 (29/09/12)

CONFIANZA EN LA AYUDA DE DIOS
57 ¡Ten misericordia de mí, Dios mío;
ten misericordia de mí!
Yo he puesto en ti mi confianza,
y bajo la sombra de tus alas me refugiaré
hasta que haya pasado el peligro.
Clamo a ti, Dios Altísimo, pues tú me favoreces;
desde los cielos vendrás en mi ayuda,
enviarás tu misericordia y tu verdad,
y me librarás de mis infames opresores.
Me encuentro en medio de gente agresiva;
entre gente semejante a leones feroces.
Sus colmillos parecen lanzas y saetas;
su lengua es una espada aguda.
Tú, mi Dios, estás por encima de los cielos;
¡tu gloria domina toda la tierra!
Ante mí han tendido una trampa,
y me siento totalmente abatido.
Han cavado una fosa delante de mí,
pero serán ellos los que en ella caigan.
Mi corazón está dispuesto, Dios mío;
mi corazón está dispuesto a cantarte salmos.
¡Despierta, alma mía!
¡Despierten, salterio y arpa,
que voy a despertar al nuevo día!
Yo, Señor, te alabaré entre los pueblos;
te cantaré salmos entre las naciones,
10 pues tu bondad es grande como los cielos;
¡hasta las nubes llega tu verdad!
11 Tú, mi Dios, estás por encima de los cielos;
¡tu gloria domina toda la tierra!

viernes, 28 de septiembre de 2012

CAMINANDO CON DIOS


“Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová.” Sal. 34:19 

La mayoría de las cartas que recibo son de personas que están atravesando el valle de la aflicción. Casi todas tienen la misma pregunta: "¿Por qué los problemas aumentan en mi vida, cada vez que decido acercarme a Jesús?"
El versículo de hoy es la respuesta. En este verso, encontramos dos promesas. La primera: "Muchas son las aflicciones del justo", y la segunda: "De todas ellas le librará Jehová".

Si tú quieres ser un cristiano auténtico, prepárate para recibir ambas promesas. La primera es que en este mundo, tú enfrentarás momentos de dificultad. Esto es bíblico. San Pablo, escribiendo a los filipenses, dice: "Porque a vosotros os es concedido... no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él" Filipenses 1:29. Y el mismo Señor Jesús afirmó ante sus discípulos: "En el mundo tendréis aflicción" Juan 16.33.

El sufrimiento es una realidad de la vida. Es inevitable. Mucho más para los que deciden seguir a Jesús. Pero, la segunda promesa afirma que, finalmente, el Señor librará a sus seguidores de todas las dificultades.

Mucha gente imagina la felicidad como una vida sin problemas, pero en este mundo, las espinas forman parte de las rosas, la noche forma parte del día, y las lágrimas forman parte de la alegría. Tú puedes ser feliz en medio de las dificultades, si sabes administrarlas, en la certeza de que el Señor te librará de todas ellas.
El Salmo 34 es un himno de loor a Dios, porque Dios libró a su pueblo, y no porque sus hijos tuvieron dificultades. Entender este hecho puede ser el comienzo de una nueva dimensión en la vida.

Dios cura el corazón herido, pero la intervención divina no tendría sentido si el corazón no estuviera herido. Él restaura tus sueños, porque ellos estaban destruidos. Dios promete librarte, no eximirte del problema.

¿Cuáles son las aflicciones que estás enfrentando hoy? No importa. Antes de partir para enfrentar la montaña de dificultades que está ante ti, memoriza este versículo y repítelo a lo largo del día: "Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová".
Alejandro Bullón

MAS QUE PALABRAS

SALMOS 56 (28/09/12)

ORACIÓN DE CONFIANZA
56 Dios mío, ten misericordia de mí,
porque hay gente capaz de devorarme.
Todo el tiempo me oprimen y me combaten;
todo el tiempo mis enemigos me pisotean;
¡son muchos los soberbios que me atacan!
Pero yo, cuando tengo miedo, confío en ti.
Confío en ti, mi Dios, y alabo tu palabra;
confío en ti, mi Dios, y no tengo miedo;
¿Qué puede hacerme un simple mortal?
Todo el tiempo, ellos tuercen mis palabras;
sólo piensan en perjudicarme.
Se juntan para acecharme,
y vigilan cada uno de mis pasos
con la intención de quitarme la vida.
¡Dios mío, toma en cuenta su iniquidad
y en tu furor humilla a esa gente!
Tú llevas la cuenta de mis huidas;
tú has puesto mis lágrimas en tu redoma;
más bien, las has anotado en tu libro.
El día que yo te pida ayuda
mis enemigos serán puestos en fuga,
pues yo sé que tú, mi Dios, estás de mi parte.
10 Dios mío, en ti confío y alabo tu palabra;
Señor, en ti confío y alabo tu palabra.
11 Confío en ti, mi Dios, y no tengo miedo;
¿qué me puede hacer un simple mortal?
12 Dios mío, yo tengo presentes mis votos,
y habré de tributarte alabanzas,
13 porque me libraste de la muerte
y evitaste que mis pies tropezaran
para que ante ti camine en la luz de la vida.

LO MEJOR DE LA PALABRA DE DIOS

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

PROMESAS DE DIOS PARA TI

DE ARREPENTIMIENTO
1 JUAN 1:9
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.

jueves, 27 de septiembre de 2012

SALMOS 55 (27/09/12)

CONTRA LOS AMIGOS FALSOS Y TRAICIONEROS
55 Dios mío, ¡escucha mi oración!
No te escondas; ¡atiende mi súplica!
Préstame atención; ¡respóndeme!
En mi oración clamo a ti, y me conmuevo
por las amenazas de mis enemigos,
por la opresión de los malvados.
Sobre mí han descargado su iniquidad,
y furiosos me persiguen.
Dentro de mí, el corazón me duele;
sobre mí han caído terrores de muerte.
Me ha sobrevenido un terrible temblor,
y estoy temblando de miedo.
¡Cómo quisiera tener alas de paloma!
¡Así podría volar, y descansaría!
¡Me escaparía muy lejos de aquí,
y me quedaría a vivir en el desierto!
¡Presuroso escaparía del viento borrascoso!
¡Huiría de la tempestad!
¡Destrúyelos, Señor! ¡Confunde su lengua!
¡En la ciudad sólo veo violencia y rencillas,
10 que día y noche rodean sus murallas!
En su interior sólo hay iniquidad y violencia;
11 en su interior sólo hay continua maldad;
el fraude y el engaño no se apartan de sus calles.
12 No me ha ofendido un enemigo,
lo cual yo podría tolerar;
tampoco me ha atacado quien me aborrece,
pues de él podría haberme escondido.
13 ¡Has sido tú, que parecías ser mi amigo,
mi compañero, mi hermano del alma!
14 Tú y yo compartíamos dulces secretos,
y juntos andábamos por la casa de Dios.
15 ¡Que la muerte sorprenda a mis enemigos!
¡Que desciendan vivos al sepulcro,
porque en ellos y en sus casas hay maldad!
16 Por mi parte, yo clamaré a Dios;
¡el Señor vendrá a salvarme!
17 En la tarde, en la mañana, al mediodía,
clamaré a Dios, y él oirá mi voz;
18 me salvará de la guerra desatada contra mí,
y me hará vivir en paz,
aun cuando sean muchos los que me ataquen.
19 Dios me oirá, y los humillará,
pues él es el Rey eterno.
Puesto que esos malvados no cambian,
ni dan muestras de temer a Dios,
20 violan su pacto y extienden la mano
contra los que están en paz con ellos.
21 Sus palabras son suaves, como mantequilla,
pero en su corazón se libra una batalla.
Sus palabras son suaves, como el aceite,
pero en realidad son espadas desnudas.
22 Tú, deja tus pesares en las manos del Señor,
y el Señor te mantendrá firme;
el Señor no deja a sus fieles caídos para siempre.
23 Y tú, Dios mío, ¡haz que esa gente descienda
al profundo pozo de la perdición!
¡Esa gente sanguinaria y mentirosa
no llegará a la mitad de su vida!
Pero yo, siempre confiaré en ti.

El Semaforo

LO MEJOR DE LA PALABRA DE DIOS

Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti.

PROMESAS DE DIOS PARA TI

EN LA ENFERMEDAD
SALMOS 103:3
El Señor perdona todas tus maldades,
y sana todas tus dolencias.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Me Robastes El Corazón

SALMOS 54 (26/09/12)

PLEGARIA POR LA PROTECCIÓN DE DIOS
54 Dios mío, ¡sálvame por tu nombre!
¡Defiéndeme con tu poder!
Dios mío, ¡escucha mi oración!
¡Presta oído a las palabras de mi boca!
Gente extraña se ha levantado contra mí;
gente violenta intenta matarme.
Dios mío, ¡son gente que no te toma en cuenta!
Pero tú, mi Dios, eres quien me ayuda;
tú, Señor, eres quien sustenta mi vida.
Por tu fidelidad, ¡destrúyelos!
¡Devuélveles el mal a mis enemigos!
Yo, Señor, te ofreceré sacrificios voluntarios,
y alabaré tu nombre, porque es bueno alabarte;
porque tú me has librado de toda angustia,
y con mis ojos he visto la ruina de mis enemigos.

LO MEJOR DE LA PALABRA DE DIOS

Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche.

PROMESAS DE DIOS PARA TI

DE PROTECCIÓN
SALMOS 91:10-11
No te sobrevendrá ningún mal,
ni plaga alguna tocará tu casa.
El Señor mandará sus ángeles a ti,
para que te cuiden en todos tus caminos.

martes, 25 de septiembre de 2012

SALMOS 53 (25/09/12)

INSENSATEZ Y MALDAD HUMANA
53 Dentro de sí dicen los necios:
«Dios no existe.»
Corrompidos están. Sus hechos son repugnantes.
No hay nadie que haga el bien.
Desde el cielo, Dios observa a la humanidad
para ver si hay alguien con sabiduría
que busque a Dios.
Pero todos se han desviado;
todos a una se han corrompido.
No hay nadie que haga el bien;
¡ni siquiera hay uno solo!
¿Acaso no piensan esos malhechores,
que devoran a mi pueblo como si fuera pan,
y jamás invocan a Dios?
Ellos se estremecerán de miedo
allí, donde no hay nada que temer.
Dios esparcirá los huesos de los que te asedian;
Dios los desechará y los dejará en vergüenza.
¡Que venga de Sión la salvación de Israel!
Cuando Dios haga volver a su pueblo cautivo,
¡se alegrará Jacob, se regocijará Israel!

Canta al Senor

JEHOVÁ, MI ROCA


“Bendito sea Jehová, mi roca, quien adiestra mis manos para la batalla, y mis dedos para la guerra.” Salmos 144:1

Esta vida es una guerra y cada día una batalla. El cristianismo no te transforma a ti en un hombre místico, inerte y conformista. Quedar parado en algún rincón de la vida, esperando las bendiciones divinas, no expresa el auténtico sentido de la fe. 

Cuando Dios llega a tu vida, llega para "adiestrar tus manos para la batalla, y tus dedos para la guerra". El salmista expresa en este versículo el equilibrio de una vida centrada en Cristo. Lo primero que hace es alabar el nombre del Señor y reconocer que Dios es la Roca. Todo edificio que sea construido sobre la roca, será invulnerable. David no se atreve a salir corriendo como un loco para enfrentar la batalla del día. Por el contrario, dedica tiempo para reconocer la grandeza de Dios. Coloca sus planes en las manos de la "Roca", porque nada puede fracasar cuando Dios es el fundamento.  Luchar sin Dios, es locura. Confiar en Dios sin luchar, es un disparate. 

Otro de los pensamientos del texto de hoy es que la vida no es una victoria. Es una sucesión de victorias. Cada pequeña victoria es parte de la gran victoria. Cada día es una batalla diferente. La victoria de hoy no es garantía de victoria para mañana. El triunfo de "casi" toda la vida, no garantiza el triunfo de la vida toda. Fracasar en el último momento es tirar por tierra todas las victorias del pasado. Napoleón Bonaparte ganó casi todas las batallas y perdió la guerra, porque fue derrotado en la batalla de Waterloo. 

El salmista mira la Roca antes de salir a la guerra. Roca, en la Biblia, es sinónimo de permanencia en Jesús, que es la Roca de los siglos. 

"¿Qué base tengo para creer en Jesús, además de ese libro anticuado, llamado Biblia?" -me preguntó un joven que estaba involucrado en las filosofías orientales. Mi respuesta fue: "¿Qué base científica tienes tú para creer en la astrología, la numerología, los cristales, las pirámides o la energía interior?" 

Anticuadas son las cosas que pasan con el tiempo. La Biblia es antigua, pero es siempre actual. "Permanece para siempre". 
 Alejandro Bullón

LO MEJOR DE LA PALABRA DE DIOS

En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.

PROMESAS DE DIOS PARA TI

EN LA SOLEDAD
Isaías 41:10
No tengas miedo, que yo estoy contigo; no te desanimes, que yo soy tu Dios. Yo soy quien te da fuerzas, y siempre te ayudaré; siempre te sostendré con mi justiciera mano derecha.

lunes, 24 de septiembre de 2012

SALMOS 52 (24/09/12)

JACTANCIA FÚTIL DEL MALVADO
52 Y tú, fanfarrón, ¿por qué presumes de tu maldad?
¡La misericordia de Dios es constante!
Tu lengua es como navaja afilada,
que sólo engaña y trama hacer mal.
Prefieres hacer lo malo y no lo bueno,
y mentir, más que decir la verdad.
Tu lengua es engañosa;
prefieres proferir toda clase de insultos.
Por eso, Dios te destruirá para siempre;
te arrancará del lugar donde ahora vives;
¡te desarraigará de la tierra de los vivientes!
Los hombres justos verán esto, y temerán;
se burlarán de él, y dirán:
«¡Miren al que no hizo de Dios su fortaleza!
¡Miren al que confió en sus muchas riquezas
y se mantuvo firme en su maldad!»
¡Pero mírenme a mí!
¡Soy como un verde olivo en la casa de Dios,
y en su misericordia confío ahora y siempre!
Yo te alabaré siempre delante de tus fieles,
porque has actuado en mi favor.
Por siempre confiaré en tu nombre,
porque es bueno confiar en ti.

CAMINANDO CON DIOS

DIÁLOGO ENTRE JESÚS Y SATANÁS
Un día Satanás y Jesús estaban conversando. Satanás acababa de ir al Jardín del Edén, y estaba mofándose y riéndose decía: 


Si Señor. Acabo de apoderarme del mundo lleno de gente de allá abajo. Les tendí una trampa, usé un cebo que sabía que no podrían resistir. 



¡Cayeron todos! 



¿Qué vas a hacer con ellos? Preguntó Jesús. 



Ah, me voy a divertir con ellos. Respondió Satanás. Les enseñaré como casarse y divorciarse, cómo odiar y abusar uno del otro, a beber y fumar y por supuesto, les enseñaré a inventar armas y bombas para que se destruyan entre sí. ¡Realmente me voy a divertir! 



¿Y qué harás cuando te canses de ellos? Le preguntó Jesús. 



Ah, los mataré. Dijo Satanás con la mirada llena de odio y orgullo. 



¿Cuánto quieres por ellos? Preguntó Jesús. 



Ah, tú no quieres a esa gente. Ellos no son buenos. ¿Por qué los querrías tomar? Tú los tomas y ellos te odian. Escupirán a tu rostro, te maldecirán y te matarán. ¡¡Tú no quieres a esa gente!! 



¿Cuánto? Preguntó nuevamente Jesús. 



Satanás miró a Jesús y sarcásticamente respondió: Toda tu sangre, tus lágrimas, y tu vida. 



Jesús dijo: ¡HECHO! Y así fue como Jesús pagó el precio por nosotros.  Fuimos redimidos por su sangre. 


La Esperanza es Jesus

LO MEJOR DE LA PALABRA DE DIOS

Clama a Jehová tu Dios y él te responderá y te mostrará cosas grandes y ocultas que no conoces.

PROMESAS DE DIOS PARA TI

DE POTESTAD
MATEO 28:18-19
Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones, y bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

domingo, 23 de septiembre de 2012

SALMOS 51 (23/09/12)

PLEGARIA DE UN PECADOR
51 Dios mío,
por tu gran misericordia, ¡ten piedad de mí!;
por tu infinita bondad, ¡borra mis rebeliones!
Lávame más y más de mi maldad;
¡límpiame de mi pecado!
Reconozco que he sido rebelde;
¡mi pecado está siempre ante mis ojos!
Contra ti, y sólo contra ti, he pecado;
¡ante tus propios ojos he hecho lo malo!
Eso justifica plenamente tu sentencia,
y demuestra que tu juicio es impecable.
¡Mírame! ¡Yo fui formado en la maldad!
¡Mi madre me concibió en pecado!
¡Mírame! Tú amas la verdad en lo íntimo;
¡haz que en lo secreto comprenda tu sabiduría!
¡Purifícame con hisopo, y estaré limpio!
¡Lávame, y estaré más blanco que la nieve!
¡Lléname de gozo y alegría,
y revivirán estos huesos que has abatido!
No te fijes ya en mis pecados;
más bien, borra todas mis maldades.
10 Dios mío,
¡crea en mí un corazón limpio!
¡Renueva en mí un espíritu de rectitud!
11 ¡No me despidas de tu presencia,
ni quites de mí tu santo espíritu!
12 ¡Devuélveme el gozo de tu salvación!
¡Dame un espíritu dispuesto a obedecerte!
13 Así instruiré a los pecadores en tus caminos;
así los pecadores se volverán a ti.
14 Dios mío, Dios de mi salvación,
¡líbrame de derramar sangre,
y mi lengua proclamará tu justicia!
15 Abre, Señor, mis labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
16 Aún si yo te ofreciera sacrificios,
no es eso lo que quieres;
¡no te agradan los holocaustos!
17 Los sacrificios que tú quieres
son el espíritu quebrantado;
tú, Dios mío, no desprecias
al corazón contrito y humillado.
18 Por tu bondad, trata bien a Sión;
¡reconstruye las murallas de Jerusalén!
19 Te agradarás entonces
con los sacrificios que mereces,
con los holocaustos y ofrendas del todo quemadas;
se ofrecerán entonces becerros sobre tu altar.

sábado, 22 de septiembre de 2012

SALMOS 50 (22/09/12)

DIOS, EL JUEZ SUPREMO
50 El Señor, el Dios de dioses, ha hablado;
de este a oeste ha convocado a la tierra.
Desde Sión, la ciudad bella y perfecta,
Dios deja ver su esplendor.
Nuestro Dios viene, pero no en silencio.
Un fuego consumidor lo precede;
una poderosa tempestad lo rodea.
Convoca a los cielos y a la tierra,
pues viene a juzgar a su pueblo.
«Reúnan a mi pueblo santo,
a los que han hecho un pacto conmigo
y me han ofrecido un sacrificio.»
Y los cielos declaran su justicia;
declaran que Dios mismo es el juez.
«Escucha, Israel, pueblo mío;
voy a hablar y a testificar contra ti.
Yo soy Dios. Yo soy tu Dios.
No voy a reprenderte por tus sacrificios,
ni por los holocaustos que siempre me ofreces;
no voy a tomar ningún becerro de tu casa,
ni ningún macho cabrío de tus apriscos,
10 pues míos son todos los animales del bosque,
¡los miles de animales que hay en las colinas!
11 Mías son todas las aves de los montes;
mío es todo lo que se mueve en los campos.
12 »Si yo tuviera hambre, no te lo diría,
pues el mundo y su plenitud me pertenecen.
13 ¿Acaso me alimento con carne de toros,
o bebo sangre de machos cabríos?
14 Yo soy el Dios Altísimo;
en vez de sacrificios, ofréceme alabanzas
y cúmpleme todos los votos que me hagas.
15 Invócame en el día de la angustia;
yo te libraré, y tú me honrarás.»
16 Pero al malvado Dios le dice:
«¿Qué tienes tú que ver con mis leyes?
¿Por qué te atreves a hablar de mi pacto?
17 ¡Si tú aborreces la corrección,
y echas en saco roto mis palabras!
18 Si ves un ladrón, corres a su encuentro;
¡eres gran amigo de los adúlteros!
19 Para el mal, no mides tus palabras;
con tu lengua urdes toda clase de engaños.
20 En los tribunales, hablas contra tu hermano;
contra tu propio hermano profieres infamias.
21 Todo esto has hecho, y yo me he callado;
habrás pensado que yo soy como tú.
Pero ahora voy a reprenderte;
voy a exhibir todas tus maldades.
22 Ustedes, los que se olvidan de mí,
entiendan bien esto;
no vaya a ser que los despedace
y no haya quien los libre de mí.
23 El que me ofrece alabanzas, me honra;
al que enmiende su camino, yo lo salvaré.

viernes, 21 de septiembre de 2012

DIOS DE MARAVILLAS

Les recomiendo este tema.

LO MEJOR DE LA PALABRA DE DIOS

A Causa de mi Nombre serán odiados, pero el que se mantenga firme hasta el fin se salvará.

PROMESAS DE DIOS PARA TI

DE EXITO
JOB 22:21-25
Reconcíliate con Dios, y recupera la paz;
así él te devolverá la prosperidad.
El Todopoderoso será tu defensor,
y en tu casa abundará la plata.

SALMOS 49 (21/09/12)

ES INÚTIL CONFIAR EN LAS RIQUEZAS
49 Escuchen esto, pueblos todos;
escuchen esto, habitantes del mundo entero;
lo mismo los nobles que los plebeyos,
lo mismo los pobres que los ricos.
De mis labios brotará sabiduría;
de mi corazón, sagaces reflexiones.
Inclinaré mi oído a los proverbios
y al son del arpa explicaré su sentido.
¿Por qué habré de temer en los días aciagos,
cuando la maldad de mis opresores me rodea,
cuando los que confían en sus riquezas
se jactan de sus muchas posesiones?
¡Ninguno de ellos puede salvar a su hermano,
ni dar nada a Dios a cambio de su vida!
El rescate de una vida tiene un alto precio,
y ningún dinero será jamás suficiente
para que siga con vida para siempre
y nunca llegue a experimentar la muerte.
10 Es evidente que hasta los sabios mueren;
que los necios e insensatos perecen por igual,
y que a otros les dejan sus riquezas.
11 Algunos piensan que sus casas serán eternas,
y que las habitarán por todas las generaciones,
y hasta dan su nombre a las tierras que poseen.
12 Aunque ricos, los mortales no permanecen;
lo mismo que las bestias, un día perecen.
13 Este camino suyo es una locura,
pero sus hijos se complacen en sus dichos,
14 mientras la muerte los lleva al sepulcro
como un pastor que guía a sus rebaños;
será el sepulcro su última morada.
Allí desaparecerá su buen semblante,
y un día los hombres justos serán sus amos.
15 Pero a mí, Dios me rescatará;
¡Dios me librará del poder del sepulcro!
16 Tú, no te preocupes cuando veas
que otros se hacen ricos y agrandan sus casas,
17 pues nada se llevarán cuando mueran;
sus riquezas no se las llevarán al sepulcro.
18 Aunque se sientan felices mientras vivan,
y la gente los alabe cuando prosperen,
19 un día irán a reunirse con sus antepasados
y nunca más volverán a ver la luz.
20 Aunque ricos, los mortales no entienden;
lo mismo que las bestias, un día perecen.