jueves, 26 de julio de 2012

CAMINANDO CON DIOS

HAY QUE COMPARAR LA ESCRITURA CON LA ESCRITURA
Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá. Isaías 28:10. 

Estamos sumamente agradecidos de poseer la segura palabra profética, así que ninguno de nosotros necesita ser engañado. Sabemos que actualmente existen herejías y fábulas en nuestro mundo, y deseamos conocer cuál es la verdad. Para lograr ese conocimiento nos conviene investigar cuidadosamente por nosotros mismos. Pero no se lo puede lograr con una simple lectura de la Biblia, sino que se necesita comparar un texto con otro. Debemos escudriñar las Escrituras por nosotros mismos, para que no nos descarriemos “¡A la ley y al testimonio! si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido”. Necesitamos tener un conocimiento personal de las Escrituras, para que podamos comprender la verdadera razón de la esperanza que hay en nosotros. 

El apóstol nos dice que a cada persona que nos pregunte debemos dar una razón de la esperanza que hay en nosotros, con humildad y temor. “La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples” Salmos 119:130. No basta leer solamente, sino que la Palabra de Dios debe penetrar en nuestros corazones y nuestro entendimiento, para que podamos ser establecidos en la verdad bendita. Si descuidamos el estudio personal de las Escrituras, para saber en qué consiste la verdad, entonces se nos considerará responsables de nuestros propios extravíos. Debemos investigar cuidadosamente las Escrituras para que lleguemos a conocer cada estipulación que el Señor nos ha dado; y si poseemos una mente de capacidad limitada, al estudiar diligentemente la Palabra de Dios nos podemos hacer poderosos en las Escrituras y seremos capaces de explicárselas a otros...

Cristo dijo: “Vosotros sois la luz del mundo”; por lo tanto deben realizar todo esfuerzo para que esa luz brille. La única forma de saber si la luz que se tiene proviene del cielo, consiste en compararla con las Escrituras... A Josué se le dijo: “Esfuérzate y sé valiente”; porque hay una gran obra delante de ti