domingo, 30 de septiembre de 2012

SALMOS 59 (30/09/12)

¡HAY UN DIOS QUE JUZGA!
58 Ustedes los jueces ¿en verdad hacen justicia?
Ustedes, simples mortales, ¿juzgan con rectitud?
Más bien, en su corazón urden hacer el mal,
y luego actúan con violencia en la tierra.
Los impíos se desencaminan desde la matriz;
se descarrían y mienten desde que nacen.
Son venenosos como serpientes;
se tapan los oídos; son como un áspid sordo
que no escucha la voz de los magos,
de los hábiles encantadores.
Dios mío, ¡rómpeles los dientes!
Señor, ¡rómpeles a esos leones los colmillos!
¡Que se diluyan, como el agua que corre!
¡Que sus saetas se hagan pedazos al dispararlas!
¡Que se disuelvan como los caracoles!
¡Que sean como abortivos y jamás vean el sol!
¡Que antes de darse cuenta ardan como espinos!
¡Que aun con vida el viento los arrebate!
10 Al verse vengados, los justos se alegrarán
y se empaparán los pies en la sangre del impío.
11 Entonces se dirá:
«Ciertamente, los justos serán recompensados;
ciertamente, hay un Dios que juzga en la tierra.»